viernes, 25 de julio de 2008

Un relato, una imagen, una sola consigna...


Madrugada, el sol aún tardará unas horas en salir. El pescador flota sobre el océano rumoroso, bajo las tablas de su bote, iluminado por una lámpara de gas, todo parece estar en calma. El pescador ve la superficie del agua, intuye la profundidad, imagina un cielo invertido y apenas un poco más denso que el que se encuentra sobre su cabeza. ¿Sabrán los peces que el agua los contiene?

Si el pescador no ingresa de algún modo dentro del agua, con su red, con su caña o con todo su cuerpo, y tan solo se deja mecer en la superficie, no podrá alimentarse, pero, sobre todo, no será pescador.

Madrugada, el mar está en silencio, la noche herida de estrellas reposa sobre las olas. El pescador prepara su carnada. Sabe que en algún lugar de la inmensidad está el pez que el destino le ha asignado. También sabe que el destino no llega, siempre hay que ir hacia él. Antes de dar con su pez atrapará algunos, que arrojará de nuevo al mar; otros, los usará de carnada o los comerá sólo para subsistir. Es posible que descubra algún ser inesperado y luche contra él, y alguno de los dos venza la voluntad del otro. Mientras tanto, intentará una y otra vez encontrar a su pez. Quizás éste tarde en aparecer, quizá no lo haga hasta el día siguiente o dentro de once noches. Pero sin duda se encontrarán, porque el pez también busca a su pescador, y en esa mutua búsqueda se atraen y ambos aprenden hacia dónde ir. Sin embargo, la fauna marina, abrumadora y mayoritaria, vivirá ajena a esta búsqueda.

Leer es ir a pescar a oscuras en un inmenso mar de libros rumorosos. La mayoría serán ajenos a nuestra búsqueda; unos cuantos se atravesarán en nuestro camino y los leeremos por subsistencia, y otros los arrojaremos de nuevo a sus libreros sin haberlos probado. Nos ignoraremos mutuamente con la inmensa mayoría y sólo algunos serán tan fuertes e hipnóticos, que quizá lleguen a devorarnos.

Leer es un desafío y un azar, porque el libro que el destino señaló para cada uno puede estar muy alejado, y sólo yendo hacia él, hacia el libro, éste vendrá hacia nosotros.

¿Para qué leer? Para atravesar la noche y el océano. Para aprender a nadar. Para tener conciencia de lo que no se ve y noción de lo profundo. Leer es perder el bote bajo los pies, es transformarse en pez y tomar conciencia de que el universo es infinitamente más extenso que el mar que nos contiene y sus orillas.

jueves, 24 de julio de 2008

Las puertas de Enrique Medina

Hola: quiero compartir con ustedes una obra de un autor que me hace volar la imaginación. ¿Sucederá lo mismo con alguna de ustedes? ¡Probemos!
Cariños
Inés

¿Para qué leer?

El acto de leer es algo automático. Desde que despertamos por la mañana lo realizamos: leemos la hora que nos marca el despertador, leemos los encabezados de los diarios, leemos la correspondencia, ya en la calle leemos los carteles publicitarios, las señales de tránsito, el nombre de las calles... Es decir: permanentemente nos informamos, nos asesoramos, nos comunicamos a través del acto de leer. Y también nos recreamos mediante la lectura de una novela, o de un libro de historia, o de una bella poesía. En la vida realizamos además otras cosas en forma automática, sin plena conciencia de para qué lo hacemos: nos alimentamos, nos hidratamos, respiramos. Y aquí podemos decir que leer es para nosotros tan necesario como ese alimento que ingerimos, como el líquido que bebemos o el aire que respiramos. Es cierto: agua y oxígeno son imprescindibles; no podríamos sobrevivir, ni tener una buena calidad de vida, sin darle nutrientes a nuestro organismo.

¿Y podríamos estar, vivir, sin leer? Lamentablemente, todavía existe en este nuevo milenio del mundo gente analfabeta, que no sabe leer ni escribir, y existe, también, gente desnutrida, niños y ancianos que mueren de hambre. No leer es una forma de desnutrirnos. Las personas que no leen van empobreciéndose desde lo cognitivo, desde lo intelectual, desde lo emocional.

Los no videntes cuentan con el sistema Brayle, pero no todos pueden valerse de él. Y hay abuelos que perdieron su capacidad para reconocer las letras; niños enfermos internados; hay discapacitados mentales... Ellos accederían a la lectura con la ayuda de un amigo, de sus padres, de una enfermera. O de tantos voluntarios, que trabajan en instituciones donde “prestan sus ojos” y leen cuentos, o el diario, o poesías, a esas personas que no lo pueden hacer por sus propio medios. Leer nos alimenta, nos nutre, nuestras neuronas se estimulan, la inteligencia se desarrolla, el alma se enriquece, el corazón late con fuerza... ¡Leer nos hace más libres!

Tomado de: www.psicopedagogia.com/articulos/?articulo=342

viernes, 18 de julio de 2008

¿ Cuántos hay?


Coloqué para leer una imagen que puede ser máxima de Fe para muchos.
Sin llegar a representar eso o algo más, en nuestro imaginario la figura es bien conocida.
Por eso los invito a ver: cuántos hay?
En la pintura formando uno hay muchos.
En la vida cotidiana tal vez como en la pintura. hay muchos.
Más allá de la Fe, no por no válida, son muchos los crucificados a diario.
Se animan a colgar imagenes que los representen...¿?

sábado, 12 de julio de 2008

Saben cuánto tiempo hace que es obligatoria la lectura para las mujeres?

Es un dato importante a tener en cuenta. Sobre todo para las que leemos imágenes, y de pronto en una película romántica que aparenta ser muy realista la pobre esclava le lee a la señora...Pero si hasta el siglo XX las única que leían por decreto eran las ricas y las monjas!
Por eso quise poner algo de Picasso y algo más antiguo...Creo que las mujeres que leen y escriben siguen siendo hoy terriblemente peligrosas, al menos mucho más que las hermosas.
Pueden opinar con cuadros si desean, pero opinen!

Comparamos imágenes de mujeres leyendo y/ o escribiendo?


jueves, 10 de julio de 2008

Historia de un letrero

http://en.zappinternet.com/video/nilSqaMboM/HISTORIA-DE-UN-LETRERO-THE-STORY

lunes, 7 de julio de 2008

Qué leemos y quién lo lee?

Las fotos y videos son sensacionales pero...sólo nos vamos a conectar leyéndolas cada uno de nosotros a nuestra forma?
Es interesante saber quién lee y qué lee?
O cómo lee y por qué lo lee de esa manera?
Cuántas formas de leer una imagen hay y cuántas de interpretar un texto escrito.
La lectura tiene que ver con mi yo interior del que habla Pètit, y también de mis experiencias con textos similares o diferentes.
Obviamente no hemos sido formados en la lectura de imágenes y si bien es cierto que el cine nos ha ayudado en algunas formas de lectura: la mayoría de nosotros carece de formación específica en el arte de leer imágenes. Por eso es interesante saber qué se vio, o qué se entendió.
Les puse un cuadro de Octavio Ocampo, si esta maquinita infernal que muchas personas dominan me dejan podría mostrarles varias pinturas que justamente: parecen una cosa y son la otra, o quizás no...Interesante como pinta este mexicano...
Pero, la cuestión de la lectura, tiene tantas fases que seguiré intentando con este tipo de arista: qué vieron y quién lo vio, son preguntas interesantes.
Hasta la pròxima.

Qué vemos?

viernes, 4 de julio de 2008

Mafalda

Escribiendo...

Puerta

Puerta
Enrique Medina