¿Cómo no escuchar a Benedetti si es abril?
Este blog agrupa a personas que han descubierto que la comunicación no es necesariamente oral y/escrita, y han decidido utilizar este espacio para dar rienda suelta a su imaginación
lunes, 27 de abril de 2009
Entre poetas, poesías y abriles
¿Cómo no escuchar a Benedetti si es abril?
sábado, 25 de abril de 2009
Y antes que muera abril...
Le dejo a mi compañera de ruta la búsqueda de música y fotos que seguro...le brotarán como a mí los versos....Gracias.
Ustedes y las cosas.
Quedarán mis libros sin amante
y mis escritos sin novia.
Quedará mi ropa por si acaso
alguien pueda entrar en ella y aún, disfrutarla.
Quedarán las tacitas de la abuela,
el increíble crochet que dejó mi madre.
Quedarán cuadernos escritos y
las agendas donde matriculé mis días,
y donde apunté mi amor
y las orgías que hice con nombres
de hombre que me inventé para parir poemas.
Quedará un papelito donde un hombre
jamás pudo escribirme un verso.
Incontables correos de otro
que me amó aún en la distancia.
Quedarán también en mi obsesivo rincón de recuerdos locos:
pasajes, entradas de teatros , fotografías más antiguas que mis abuelos.
El pasaporte de mi bisabuelo que escondí como reliquia.
Las fotos de mis hijos,
Las de mis nietos.
Las fotos de mis alumnos ...
Muchas, del mar.
Las de los puentes que pude caminar.
De los caminos que pude andar.
Quedarán montones de deshechos que no podrán tirar de una vez.
Y dentro de un cajón, protegidos del tiempo y de todos nosotros,
estarán los pañuelos impecables que mi madre
me mandaba a usar y nunca lo hice.
Valijas con trabajos de niños,
baúles con ropas antiguas que fueron disfraces.
Pero más que nada y como herencia irreverente
quedarán papeles escritos por todos lados.
¡ cuánta quemazón y disfrute para la chimenea de invierno!
El humo....¿ habrá de llegarme?
Malu, abril de 2008.
martes, 21 de abril de 2009
En tanto sea abril...
¿Qué les parece una selección de lo mejor de Ray Connif?
lunes, 13 de abril de 2009
Después del otoño...
amores tibios, olores dulzones...
cuántos colores tornasolan el paisaje,
rojos, verdes, ocres...
se amalgaman, funden, acompasan...
se cuelan en el aire, aún tibio,
por sus rendijas, ráfagas heladas...
nubes viajeras pintan algodones
en azulinos cielos,
aparecen, desaparecen, vuelven a aparecer,
juegan a la ronda como niñas locas
luciendo sus trajes de trasmutado color...
la lluvia que dormía en lecho de plata
deja la modorra de su lengua lánguida
y desdibuja paisajes en húmedos encajes...
Es marzo,
es abril,
mayo vendrá seguido por junio...
Después del otoño invierno será...
todo se detiene...
todo se perturba en falsa quietud...
pues tras la aparente muerte de las cosas vivas
germina la semilla que traerá la vida...
la vida que espera oculta en la tierra
porque para renacer espiga
debe la simiente entregar su ser...
Y cuando llegue el día,
una planta nueva buscará la luz
iniciando el viaje que no ha de cesar... Alda
Cada estación tiene su magia, responde al equilibrio eterno de la VIDA, cuando es otoño aún les invito a disfrutar de los colores que trae consigo, luego otros colores tendrá la paleta de la Madre Natura...
domingo, 5 de abril de 2009
Otoño y después.
Otoño y después.
Gira el pensamiento con nubarrones de grises.
Te nombro pero no es tu nombre,
me agito a llamarte pero no lo hago.
Allá, un pájaro dice su trino, es otoño
las hojas andan esquivando los pasos
y los fuegos de las vecinas prolijas.
Me cubro con sensaciones
ocres y amarillas, me nublan
esqueléticas ramas, me agitan,
vientos azulinos me mecen y
el sol que no se enfría aún y
tu recuerdo que no olvido y
el amor, que persiste.
La brisa de la tarde se detiene
en cada esquina donde nadie la mira.
Un silencio nuevo trae tus pasos hasta mi puerta
y tu voz hasta mi ventana.
Ya no seré yo.
Ya no seré nadie.
Seré otoño y nadie notará mi brisa.
Me irá doliendo el cuerpo,
mientras siguen cayendo hojas en el calendario
y en las calles.
Y me irá doliendo el alma,
a la falta de tu abrazo, de tu beso
de tu inevitable deseo.
Es inútil la palabra olvido,
como son inútiles todas aquellas
que nos dijimos y eran
de fuegos y verdades.
Ahora es otoño, festejan las veredas,
se suicidan tiritantes las hojas
se alfombran los caminos,
se espeja el río con ocasos mustios
de rojos y los pájaros se alejan.
Tuvimos una primavera, la
llenamos de promesas e hijos
En noches de lunas serenas.
compartimos tanto amor y
tanta pasión que nos quedamos
sin timón en nuestro pequeño
sueño a velas.
Cuando ya nos creíamos eterno verano,
nos llegó el otoño y te pusiste
a morir sin dejarme despedir.
Malu.
Recuerdo para un 3 de junio de 1999.
Poesía en Abril
Abril de mi niña de ojos oscuros y hoyuelos pronunciados que en su loca risa esconde pasiones, arrebatos, locura de mieles e hinojos...
Abril, sol tenue de plácidas horas acaricia las hojas que van perdiendo verdes, trocándolos en oros porfiados que no quieren dejar paso a las sombras que mayo anuncia y desencadena junio...
Abril, de las calles silentes de mi Minas plácida como pueblerina que en domingo luce sus mejores galas...
Abril, de las sierras ariscas de mi tierra de aguas mansas y brisa fresca; claros y limpios tus cielos de horizontes mansos...
Creo que abril tiene magia, si me preguntaran la razón de este acerto no sabría dárselas con criterio lógico y claro, sólo podría decirles que siento que es así porque lo percibo con todos mis sentidos... Así lo han sentido los escritores de todos los tiempos y todos los géneros, como la ocasión lo amerita voy a tomarme un tiempo para hacer un recorrido por su literatura junto a ustedes redescubriendo juntos las voces de los poetas a la vez que nos envuelven las mieles de Abril. Deseo que disfruten como yo este recorrido que comienza con el español Anotonio Machado...
Alda
frente a mi ventana.
Entre los jazmines
y las rosas blancas
de un balcón florido,
vi las dos hermanas.
La menor cosía,
la mayor hilaba ...
Entre los jazmines
y las rosas blancas,
la más pequeñita,
risueña y rosada
—su aguja en el aire—,
miró a mi ventana.
La mayor seguía
silenciosa y pálida,
el huso en su rueca
que el lino enroscaba.
Abril florecía
frente a mi ventana.
Una clara tarde
la mayor lloraba,
entre los jazmines
y las rosas blancas,
y ante el blanco lino
que en su rueca hilaba.
—¿Qué tienes —le dije—
silenciosa pálida?
Señaló el vestido
que empezó la hermana.
En la negra túnica
la aguja brillaba;
sobre el velo blanco,
el dedal de plata.
Señaló a la tarde
de abril que soñaba,
mientras que se oía
tañer de campanas.
Y en la clara tarde
me enseñó sus lágrimas...
Abril florecía
frente a mi ventana.
Fue otro abril alegre
y otra tarde plácida.
El balcón florido
solitario estaba...
Ni la pequeñita
risueña y rosada,
ni la hermana triste,
silenciosa y pálida,
ni la negra túnica,
ni la toca blanca...
Tan sólo en el huso
el lino giraba
por mano invisible,
y en la oscura sala
la luna del limpio
espejo brillaba...
Entre los jazmines
y las rosas blancas
del balcón florido,
me miré en la clara
luna del espejo
que lejos soñaba...
Abril florecía
frente a mi ventana.
Toca el turno a Ramón de Almagro quien así dice...
MI POEMA DE ABRIL
Picoteando la cáscara
de algún viejo recuerdo
con la lluvia de Abril
nacerá mi poema
le pondré mil colores
los más puros y claros
una música tenue
y un perfume de nardos.
Como una luciérnaga
brillará titilando
y se irá por los aires
escapando de mi alma
se estirarán mis manos
sin poder alcanzarlo,
se quedarán mis labios
como siempre rogando:
Que una estrella lo guíe
que lo lleve a tu lado,
pues si tú lo encontraras,
y llegas a escucharlo
mi poema de Abril
quizá viva... hasta Mayo...
Ahora es el turno del chileno Alejo Urdaneta
Abril transita hacia la luz
Se entrega y transforma la tierra.
Promete la ensoñación del claroscuro
Es manantial y lumbre
Amanecer alargado en silencio
Regresan las golondrinas
Y se anuncia un advenimiento floral
Ya las lilas tienen su verano
Abril es llama de una vela
Temblor que impregna luz sin dejar su centro
Contraste incierto en verdes cuadros
Murmullo de alas
Tumulto alado, abril
Tímida lámpara
Colorido abanico
Que bate en la brisa
Cuando abre su portal
Se apaga el cielo
Y todo es flor
Y brasa que no quema
Y perfume de luz
Y diamante
Y rumor de riachuelo
Surte las nubes
Abril fuente
Jardín abril
Largo día en las corolas
Lluvia benigna
Que cae en el oro de la copa
Renacimiento en cada minuto
Y lucimiento de antorcha
Sombra disipada para recibirte...
Y como buena minuana no puedo dejar de cerrar este recorrido con la canción escrita por Santos Inzaurralde y musicalizada por Santiago Chalar que es, a mi entender, el himno más hermoso dedicado a Minas...
(recitado)
Soy fruto de los cerros
mi cuna fue de piedra
y mi tumba sera tambien sin dudas
algun rincon soleado de la sierra
Naci,creci como el clavel del aire
prendido entre las grietas
de esas piedras pizarras de mi pago
de aquel bravo y arisco Lavalleja....
(canto)
Minuano donde tu vayas
no te canses de decir
que si Dios baja a la tierra
por el altar de la sierra
baja en minas y en abril.
Negra tierra labrantìa
naranja nubes de abril
verde luz de los sauzales
y en las cañadas añil
Por las calles oro viejo
los cerros pizarra y gris
si te gustan los colores
mira el prisma de esas flores
cuando las florece abril.
Nunca mas limpios los aires
atardecer de jazmin
ven que la luna creciente
con aguas del Penitente
llena su copa en abril
(recitado)
Me adormeci con cantos de chicharras
vole en las tijeretas
y le corte a la noche de mi pago,
para el recuerdo,su mejor estrella
Baje y trepe los espinazos duros
de las quebradas nuestras
y entre las medias luces de la tarde
recorte de horizonte mi silueta.
(canto)
Nunca mas limpios los aires
nunca mas claro el perfil
y ese temblor de horizontes
y amarillo de esos montes
cuando los madura abril
De ennoviarla en el otoño
no te vas a arrepentir
la hizo novia el Arequita
minas por siempre bonita
pero mas linda en abril.
viernes, 3 de abril de 2009
Suicidio colectivo...
Se están suicidando y lo dijo el poeta, es por ser viejas, odian los opacos y se tiran desde lo alto. A mí me bendice su noción de coquetería, me alfombran las veredas, me crujen los talones, me pueblan la vista de tibios ocres.
Pobres hojas de otoño: se sacuden del largo verano, pueblan las baldosas, se arrojan al vacío por no ser viejas, o por alimentar la tierra, pero se tiran, desde allá arriba y esta gente del barrio quema sus esqueletos...y yo prohibo que toquen mi vereda, y se espantan las escobas de las vecinas, que no toquen mi alfombra otoñal, les digo. Y hacen señas en las sienes para apuntar un año más que estoy loca por la estación que tiñe las calles, pone balcones, florece al frío, opaca soles, deja caer la llovizna y alarga el paso oscuro de la noche.
Como Penélope pero sin agujas, tejo en otoño. Tejo palabras en la noche que no se leerán de día. Tejo versos tibios, para los pocos trinos que quedan por cantar, para los pasos que oigo y no están, para los que no leen, para los que no me recuerdan, para los que me aman. Tejo en otoño, me animan las hojas que tiritan un solo instante antes justo de matarse en mi vereda.
Tejo versos en largos laberintos, me habitan mil palabras.
En otoño, tengo utopías de poeta.