DE DÓNDE PROVIENEN LAS PLANTAS DE CAFÉ?
Las plantas de Café son originarias de la antigua ETIOPIA, también denominada Abisinia, es allí donde se han encontrado las plantas de café silvestre más antiguas.Es fácil confundirse con el origen verdadero del café, ya que antiguas leyendas sobre el cultivo y la costumbre de tomar café provienen de Arabia.
Uno de los más antiguos escritos que hace referencia al café es llamado "The Success of Coffee" (El éxito del café), escrito por un sensible hombre originario de la Mecca llamado Abu-Bek a principios del S.XV y fue traducido al Francés en 1699 por Antoine de Gailland, el mismo que tradujo "Thousand and One Arabian Nights" (Las mil y una noches).
UN POCO DE BOTÁNICA:
La planta de café es un arbusto de la familia de las rubiaceas, del género coffea. De hojas lustrosas y alargadas, sus flores son parecidas a las del jazmín, hermosas y delicadas. Seis meses después de la floración van apareciendo los racimos de color verde intenso, que se transforman a rojo en el proceso de maduración, hasta lograr un tono rojo carmesí.
EL CAFÉ EN LA HISTORIA
Al parecer, los hombres primitivos, imitadores de las costumbres de aves y otros animales, observaron como algunas plantas lo atraían. Esta sería la justificación de que desde muy tempranas épocas de la historia, el hombre masticaba café. Algunos frutos maduros del café son de sabor dulce y sus estimulantes generan sensación de bienestar.
El café, es también una de las primeras plantas en ser domesticadas y sembradas a voluntad, al comienzo se propagó con la siembra de largas estacas plantadas en forma de arco sembrando sus dos extremos. No se utilizaba la propagación del café mediante las semillas.
También es muy antigua, la costumbre de invitar a los amigos visitantes a sembrar una planta de café, como símbolo de buena voluntad y afecto. En cuanto a las leyendas, la más popular, nos relata la historia de un joven y su apuesto curandero llamado Ali, que trabajaba exitosamente en el bullicioso mercado de Gondar. Comarca del Africa Oriental, su vida transcurría sin contratiempos hasta que un día la princesa Jazmín, (que otro nombre podía tener), que era la hermosa hija del terrible Negus Neguesti, rey de reyes, pasó por el mercado.
Lo demás es como en todas las tradicionales novelas de amor y aventuras: se encontraron las miradas, - las de Alí y Jazmín, - y brotó de inmediato un profundo y tierno sentimiento, . Amor sublime, amor eterno.. Por supuesto, que el romance duró solo hasta que el malvado rey se enteró que el plebeyo Alí, flaco, desgarbado y sin un centavo, pretendía a su tesorito. (Al parecer en esos tiempos la medicina no era una profesión muy lucrativa). El Negus, ordeno atrapar al osado y lo deportó al bosque más lejano que encontraron sus tropas y en el término de la distancia el galán estaba fuera de circulación. El pobre Alí, abatido, comprendido, que solo consiguiendo un regalo diferente y magnífico, tendría alguna oportunidad de reconquistar a su amada Jazmín.
Dice la leyenda que trabajó durante tres años, día y noche, sin descansar, buscando tan ansiada ofrenda. Para no quedarse dormido, comenzó a tomar una infusión que había descubierto casualmente cuando unas bayas de un arbusto cercano cayeron en el agua donde hervían sus alimentos.
Cuando Alí estaba a punto de desfallecer, sin haber encontrado el talismán que buscaba, y tomando el último trago de su amargo café, brotó de pronto como una luz la gran idea. Desde hacía muchos meses tenía ante sus ojos el regalo que buscaba, lo había tostado, disfrutado de su negra y olorosa infusión y reconfortado con su calor interno, por supuesto estamos hablando del Café.
Café del Dragón, centro de la vida política y social de Boston durante el primer tercio del siglo XIX
Alí, llevó su regalo al sultán Negus Neguesti, y este quedó tan satisfecho con el presente, que en recompensa le otorgó la mano de Jazmín. Los siguientes años las pasó el rey, plácidamente, viendo jugar y crecer a sus nietos en los regios jardines de palacio, mientras compartía con sus numerosas esposas, Alí y Jazmín unos deliciosos cafecitos. Otra tradición, que viene de 1.140, dice que un inquieto pastor de cabras abisinio llamado Kaldi, en la región de Kaffa, observó sus cualidades energéticas cuando los animales que cuidaba comían los granos de un arbusto silvestre, el café. El curioso Kaldi, saboreó los frutos del arbusto y experimentó efectos de euforia y una diferente energía personal, llevó muestras de estas bayas y ramas al convento de Kaffa y transmitió allí el testimonio de su experiencia a una Abad amigo del convento.
El inteligente sacerdote, de esa iglesia Cristina Ortodoxa, cuyo nombre se desconoce; inició con Kaldi, una serie de experimentos. Entre los cuales estuvo la preparación de una infusión, que en las primeras pruebas fueron calificadas de horribles, terminando todas en la basura.
Felizmente el botadero era el fuego de una hoguera, donde los restos de la planta y sus frutos comenzaron a desprender un aroma intenso, diferente y muy agradable.
Este fue el inicio experimental, para intentar tostar las bayas, antes de preparar la infusión. Habían descubierto el café, la bebida social reconfortante más popular del mundo.
Una tercera leyenda sobre el café viene de Arabia. hacia el año 571 nació Mahoma en la Meca, este extraordinario personaje, después de haber comprendido las características del mundo terrenal y divino, meditó durante 15 años sobre las características de su pueblo y las necesidades de una reforma religiosa y social de la nación Arabe.
Escribió el Corán, el libro sagrado de los musulmanes y atribuido por el profeta a dios mismo. En una colección de dogmas y preceptos morales, presentó el fundamento de la civilización musulmana, la única fuente del derecho, la moral, la administración y la vida misma. El Corán admite la predestinación, "Estaba escrito" dicen los musulmanes cuando les sucede una desgracia, pero, el Corán también hace al hombre responsable de sus actos. La obra de Mahoma le hizo ganar un gran número de discípulos, pero también una gran cantidad de adversarios, cuando éstos fueron mas poderosas, en el año 622 tuvo que huir, esta fuga (Hegiría) es considerada en la historia como el principio de la era musulmán.
Estalló la gran guerra y Mahoma vencedor, hizo en 629 un viaje solemne a la Meca, de la que se apoderó en 630. Poco a poco fueron sometiéndose todas las tribus rebeldes y quedó fundado definitivamente el islamismo. ¿ Y dónde entra el café en esta muy importante historia? Un día en que Alá vió a su profeta apenado por la indolencia humana, atribulado por la gran cantidad de tareas y problemas por resolver, le envió al arcángel Gabriel con un regalo que lo animará y le diera consuelo, un presente "Negro como la piedra negra de la Kaaba".
Mahoma, buscó un nombre al regalo recibido y lo llamó "Qahwa" que significa excitante, energético, vigorizador, el café había entrado por la puerta grande al mundo árabe.
Posteriormente, en la historia encontramos a los etíopes consumiéndolo como estimulante y disipador del sueño. Lo utilizan en muchas ocasiones, como ejemplo en las largas ceremonias religiosas.
Muchos años después, los turcos tomaron la costumbre de beberlo, pero tostando primero la semilla que molida la remojaban para hacer una bebida que llamaron Kahve.
Al café, también se le atribuye efectos afrodisíacos, cuenta la leyenda, en un capítulo especial, que Mahoma, en una extraordinaria y apasionada clase, enseñó las formas del amor carnal en forma consecutiva y una por una a no menos de 40 mujeres. Para lograr tan singular proeza, se preparó tan sólo tomando café.... .. en abundancia.
Referente a las características sociales del café, quizás, su origen sea el hecho de que sus frutos, las cerezas, tienen dos semillas similares, la leyenda africana explica la idea de dos hermano nacidos del mismo tallo. Algunas tribus al hacer un pacto de hermandad sellado con sangre, utilizan los dos granos de un mismo fruto de café, lo humedecen con su propia sangre, lo intercambian y mastican solemnemente quedando así consumada la unión que obliga siempre y en cualquier circunstancia.
EL CAFÉ LLEGA A EUROPA
El café comenzó a conquistar territorio en el mundo como la bebida favorita en Europa, y llegó a Italia en 1645 cortesía de el comerciante Veneciano Pietro Della Valle. Inglaterra comenzó a tomar café en 1650 gracias a el comerciante Daniel Edwards, quien fue el primero que abrió un establecimiento de venta de café en Inglaterra y en Europa.
Otro autor, H.J.E. Jacob, afirma que el café como bebida en Europa comienza en Vienna con la invasión por parte de Turkish bajo el comando de Kara-Mustafa. Jacob además da crédito a un héroe de la época, Josef Koltschitzky, por abrir el primer "Cafe" en Septiembre 12 de 1683 en el centro de la ciudad de Vienna.
El café llegó a Francia a través de el Puerto de Marsella. En 1660 algunos comerciantes de ese puerto quienes sabían del café , sus atributos y efectos por sus viajes alrededor del mundo, decidieron llevar unos cuantos sacos desde Egipto y por 1661 la primera tienda de café fue abierta en Marsella.
La historia señala a Soliman Aga, el embajador de Persia en Paris durante el reinado de Luis XIV, como el primero en introducir el café en la Monarquía y la alta sociedad Francesa.
La primera tienda de café en Paris fue abierta al público en 1672 por Pascal Armeniano a lo largo de la tradicional avenida Saint German. Un Siciliano de nombre Procopio abrió una tienda similar cerca, donde se reunían alrededor del exquisito sabor del café, muchos de los mejores ejemplares de la sociedad Parisina. En 1689 Procopio trasladó su tienda de café a un lugar cerca al Teatro de la Comedia Francés donde prosperó y finalmente finalizó cuando ya era conocido en todo Paris.
Este blog agrupa a personas que han descubierto que la comunicación no es necesariamente oral y/escrita, y han decidido utilizar este espacio para dar rienda suelta a su imaginación
lunes, 29 de junio de 2009
HABLEMOS DEL CAFÉ
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