miércoles, 19 de agosto de 2009

¿ Puedo seguir recordando?


En realidad tomé como justificativo este mes de agosto para recordar. Ha sido una pequeña trampa que me he tendido con esto de la Noche de la nostalgia y me justifico en seguir recordando.
No soy de las que apoyan la frase de que " todo tiempo pasado fue mejor", creo más bien en que todos los tiempos hay ambas cosas: de las buenas y de las otras y, también creo, que lo de bueno y malo es según el ojo que lo juzgue.
Nada más lejos de mí que hacer de juez. Así que nunca sería la intención del blog.
Por eso puedo entender que mis recuerdos puedan resultar insulsos, inútiles o sosos.
Hoy me permití traer un recuerdo de mi padre: él amaba a Charles Chaplin y me llevó a conocerlo en el cine. Cuando el cine era un acontecimiento que hacía que uno se pusiera ropas domingueras, comiera chocolate en la puerta mientras esperaba y adentro mientras miraba, existían los famosos chocolateros que antes de la película vendían los caramelos, chupetines y mentas que recorrían el pasillo del cine cargados con su mercancía. En fin, el cine era realmente un acontecimiento social importante, al que no todos accedían y era una fiesta para los más pequeños. En esos años era yo la pequeña y hoy entiendo que en realidad, el genio de Chaplin me provocaba una risa rápida que hoy, aunque también me la provoca, no deja de maravillarme en el contexto histórico que desarrolló esa magia de despertar risas a granel.
Ojalá lo disfruten como yo.

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Puerta

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Enrique Medina