Este blog agrupa a personas que han descubierto que la comunicación no es necesariamente oral y/escrita, y han decidido utilizar este espacio para dar rienda suelta a su imaginación
sábado, 28 de agosto de 2010
Un poco más sobre la ilusión del Second Life.
Y si el juego de Second life se pudiera aplicar como objeto de aprendizaje en las escuelas? Cómo aprenderían los niños en ese tercer entorno? Sería válido? Podríamos llevar lo contenidos programáticos y darles seguimiento desde una realidad virtual?
Dejo las interrogantes, ustedes aprovechen con las reflexiones.
Etiquetas:
aprendizaje,
aulas,
experiencia,
life,
second,
seguimiento,
tercer entorno
viernes, 27 de agosto de 2010
Motivación en línea para estudiantes: una reflexión.
No voy a agregar aquí mis propias reflexiones sobre estos vídeos: este pretende ser un sitio interactivo así que los dejo y si tienen comentarios sobre los contenidos, adelante, para eso se debaten los temas. Crecemos entre todos, construímos desde diferentes lecturas.
lunes, 23 de agosto de 2010
Y la otra cara: el peligro.
Que si la Red nos une, que si nos hace mucho más informados, que si se logra achicar la brecha digital, que si lograremos ser la sociedad del conocimiento, que si los alumnos aprenderán más o menos, que si en realidad aprenden diferente: son algunos de los temas que nos preocupan a diario a docentes y adultos en general. Nadie puede ya evitar o negar el potencial que tiene Internet, por eso, pero sin riesgo de volverse paranoico, convendría de vez en cuando y a pesar de vivir en un paìs pequeño, recordar los peligros.
domingo, 22 de agosto de 2010
¿Qué es la inteligencia colectiva?
Es una inteligencia repartida en todas partes, valorizada constantemente, coordinada en tiempo real, que conduce a una movilización efectiva de las competencias. Agregamos a nuestra definición esta idea indispensable: el fundamento y el objetivo de la inteligencia colectiva es el reconocimiento y el enriquecimiento mutuo de las personas.
Una inteligencia repartida en todas partes: tal es nuestro axioma de partida.
Nadie lo sabe todo, todo el mundo sabe algo, todo el conocimiento está en la humanidad. No existe ningún reservorio de conocimiento trascendente y el conocimiento no es otro que lo que sabe la gente. La luz del espíritu brilla incluso allí donde se trata de hacer creer que no hay inteligencia: “fracaso escolar”, “simple ejecución”, “subdesarrollo”, etcétera. El juicio global de ignorancia se torna contra el que lo emite. Si lo asalta la debilidad de pensar que alguien es ignorante, busque en qué contexto lo que él sabe se convierte en oro.
Una inteligencia valorizada constantemente: La inteligencia es repartida por todas partes, es un hecho. Pero se hace necesario ahora pasar del hecho al proyecto, pues esta inteligencia a menudo despreciada, ignorada, inutilizada, humillada no es valorada con justeza. Mientras que nos preocupamos cada vez más por evitar el despilfarro económico o ecológico, parece que se derrocha impetuosamente el recurso más precioso al rechazar tomarlo en cuenta, desarrollarlo y emplearlo dondequiera que se encuentra. Desde el boletín escolar hasta los gráficos estadísticos en las empresas, desde modos arcaicos de gestión hasta la exclusión social por el desempleo, asistimos hoy a una verdadera organización de la ignorancia de la inteligencia de las personas, a un espantoso desperdicio de experiencia, de competencias y de riqueza humana.
La coordinación en tiempo real de las inteligencias implica ajustes de comunicación que, más allá de cierto umbral cuantitativo, solo pueden basarse en tecnologías numéricas de la información. Los nuevos sistemas de comunicación deberían ofrecer a los miembros de una comunidad los medios para coordinar sus interacciones en el mismo universo virtual de conocimientos. No se trataría pues solo de concebir el mundo físico ordinario, sino también de permitir a los miembros de colectivos delimitados de interactuar dentro de un paisaje móvil de significaciones.
Acontecimientos, decisiones, acciones y personas estarían situados en los mapas dinámicos de un contexto compartido, y transformarían continuamente el universo virtual dentro del cual toman sentido. En esta perspectiva, el ciberespacio se convertiría en el espacio inestable de las interacciones entre conocimientos y conocientes de colectivos inteligentes deterritorializados.
Conducir a una movilización efectiva de las competencias. Si se quiere movilizar competencias habría que identificarlas. Y para localizarlas hay que reconocerlas en toda su diversidad. Los conocimientos oficialmente validados solo representan hoy una ínfima minoría de los que son activos. Este aspecto del reconocimiento es capital porque no tiene solo por finalidad una mejor administración de las competencias en las empresas y los colectivos en general, posee también una dimensión etico-política. En la edad del conocimiento, no reconocer al otro en su inteligencia, es negar su verdadera identidad social, es alimentar su resentimiento y su hostilidad, es sustentar la humillación, la frustración de la que nace la violencia. Sin embargo, cuando se valoriza al otro, según la gama variada de sus conocimientos se le permite identificarse de un modo nuevo y positivo, se contribuye a movilizarlo, a desarrollar en él, en cambio, sentimientos de reconocimiento que facilitarán como reacción, la implicación subjetiva de otras personas en proyectos colectivos.
El ideal de la inteligencia colectiva implica la valoración técnica, económica, jurídica y humana de una inteligencia repartida en todas partes con el fin de desencadenar una dinámica positiva del reconocimiento y de la movilización de las competencias.
(…)
La inteligencia colectiva solo comienza con la cultura y aumenta con ella.
Ciertamente, pensamos con ideas, con idiomas, con tecnologías cognitivas recibidas de una comunidad. Pero la inteligencia culturalmente informada ya no es telegrafiada o programada como la de una comejenera o la de un panal. Por transmisión, invención u olvido, el patrimonio común pasa a la responsabilidad de cada cual. La inteligencia del conjunto ya no es el resultado mecánico de actos ciegos y automáticos, pues aquí es el pensamiento de las personas lo que perpetúa, inventa y pone en movimiento el de la sociedad. … Nada es estático, pero no se trata sin embargo de desorden o de relativismo absoluto ya que los actos son coordinados y evaluados en tiempo real según un gran número de criterios, ellos mismos constantemente reevaluados en contexto
(…)
Al interactuar con diversas comunidades, los individuos que animan el Espacio del conocimiento, lejos de ser los miembros intercambiables de castas inmutables, son a la vez singulares, múltiples, nómadas y en vías de metamorfosis (o de aprendizaje, es lo mismo) permanente.
Este proyecto convoca a un nuevo humanismo que incluye y ensancha el
“conócete a ti mismo” en “aprendamos a conocernos para pensar juntos” y que generaliza el “pienso, luego existo” en “formamos una inteligencia colectiva, luego existimos como comunidad eminente”. Se pasa del cogito cartesiano al cogitamus.
Lejos de fusionar las inteligencias individuales en una especie de magma indistinto, la inteligencia colectiva es un proceso de crecimiento, de diferenciación y de reactivación mutua de las singularidades. La imagen inestable que emerge de sus competencias, de sus proyectos y de las relaciones que sus miembros mantienen en el espacio del conocimiento constituye para un colectivo un nuevo modo de identificación, abierto, vivo y positivo. Nuevas formas de democracia, mejor adaptadas a la complejidad de los problemas contemporáneos que las formas representativas clásicas, podrían entonces surgir.
(fragmentos de “Inteligencia colectiva. Por una antropología del ciberespacio” de Pierre Lèvy)
Una inteligencia repartida en todas partes: tal es nuestro axioma de partida.
Nadie lo sabe todo, todo el mundo sabe algo, todo el conocimiento está en la humanidad. No existe ningún reservorio de conocimiento trascendente y el conocimiento no es otro que lo que sabe la gente. La luz del espíritu brilla incluso allí donde se trata de hacer creer que no hay inteligencia: “fracaso escolar”, “simple ejecución”, “subdesarrollo”, etcétera. El juicio global de ignorancia se torna contra el que lo emite. Si lo asalta la debilidad de pensar que alguien es ignorante, busque en qué contexto lo que él sabe se convierte en oro.
Una inteligencia valorizada constantemente: La inteligencia es repartida por todas partes, es un hecho. Pero se hace necesario ahora pasar del hecho al proyecto, pues esta inteligencia a menudo despreciada, ignorada, inutilizada, humillada no es valorada con justeza. Mientras que nos preocupamos cada vez más por evitar el despilfarro económico o ecológico, parece que se derrocha impetuosamente el recurso más precioso al rechazar tomarlo en cuenta, desarrollarlo y emplearlo dondequiera que se encuentra. Desde el boletín escolar hasta los gráficos estadísticos en las empresas, desde modos arcaicos de gestión hasta la exclusión social por el desempleo, asistimos hoy a una verdadera organización de la ignorancia de la inteligencia de las personas, a un espantoso desperdicio de experiencia, de competencias y de riqueza humana.
La coordinación en tiempo real de las inteligencias implica ajustes de comunicación que, más allá de cierto umbral cuantitativo, solo pueden basarse en tecnologías numéricas de la información. Los nuevos sistemas de comunicación deberían ofrecer a los miembros de una comunidad los medios para coordinar sus interacciones en el mismo universo virtual de conocimientos. No se trataría pues solo de concebir el mundo físico ordinario, sino también de permitir a los miembros de colectivos delimitados de interactuar dentro de un paisaje móvil de significaciones.
Acontecimientos, decisiones, acciones y personas estarían situados en los mapas dinámicos de un contexto compartido, y transformarían continuamente el universo virtual dentro del cual toman sentido. En esta perspectiva, el ciberespacio se convertiría en el espacio inestable de las interacciones entre conocimientos y conocientes de colectivos inteligentes deterritorializados.
Conducir a una movilización efectiva de las competencias. Si se quiere movilizar competencias habría que identificarlas. Y para localizarlas hay que reconocerlas en toda su diversidad. Los conocimientos oficialmente validados solo representan hoy una ínfima minoría de los que son activos. Este aspecto del reconocimiento es capital porque no tiene solo por finalidad una mejor administración de las competencias en las empresas y los colectivos en general, posee también una dimensión etico-política. En la edad del conocimiento, no reconocer al otro en su inteligencia, es negar su verdadera identidad social, es alimentar su resentimiento y su hostilidad, es sustentar la humillación, la frustración de la que nace la violencia. Sin embargo, cuando se valoriza al otro, según la gama variada de sus conocimientos se le permite identificarse de un modo nuevo y positivo, se contribuye a movilizarlo, a desarrollar en él, en cambio, sentimientos de reconocimiento que facilitarán como reacción, la implicación subjetiva de otras personas en proyectos colectivos.
El ideal de la inteligencia colectiva implica la valoración técnica, económica, jurídica y humana de una inteligencia repartida en todas partes con el fin de desencadenar una dinámica positiva del reconocimiento y de la movilización de las competencias.
(…)
La inteligencia colectiva solo comienza con la cultura y aumenta con ella.
Ciertamente, pensamos con ideas, con idiomas, con tecnologías cognitivas recibidas de una comunidad. Pero la inteligencia culturalmente informada ya no es telegrafiada o programada como la de una comejenera o la de un panal. Por transmisión, invención u olvido, el patrimonio común pasa a la responsabilidad de cada cual. La inteligencia del conjunto ya no es el resultado mecánico de actos ciegos y automáticos, pues aquí es el pensamiento de las personas lo que perpetúa, inventa y pone en movimiento el de la sociedad. … Nada es estático, pero no se trata sin embargo de desorden o de relativismo absoluto ya que los actos son coordinados y evaluados en tiempo real según un gran número de criterios, ellos mismos constantemente reevaluados en contexto
(…)
Al interactuar con diversas comunidades, los individuos que animan el Espacio del conocimiento, lejos de ser los miembros intercambiables de castas inmutables, son a la vez singulares, múltiples, nómadas y en vías de metamorfosis (o de aprendizaje, es lo mismo) permanente.
Este proyecto convoca a un nuevo humanismo que incluye y ensancha el
“conócete a ti mismo” en “aprendamos a conocernos para pensar juntos” y que generaliza el “pienso, luego existo” en “formamos una inteligencia colectiva, luego existimos como comunidad eminente”. Se pasa del cogito cartesiano al cogitamus.
Lejos de fusionar las inteligencias individuales en una especie de magma indistinto, la inteligencia colectiva es un proceso de crecimiento, de diferenciación y de reactivación mutua de las singularidades. La imagen inestable que emerge de sus competencias, de sus proyectos y de las relaciones que sus miembros mantienen en el espacio del conocimiento constituye para un colectivo un nuevo modo de identificación, abierto, vivo y positivo. Nuevas formas de democracia, mejor adaptadas a la complejidad de los problemas contemporáneos que las formas representativas clásicas, podrían entonces surgir.
(fragmentos de “Inteligencia colectiva. Por una antropología del ciberespacio” de Pierre Lèvy)
martes, 17 de agosto de 2010
sábado, 14 de agosto de 2010
DÍA DEL NIÑO
Hoy voy a escribir sobre un tema que realmente no tiene que ver con Internet, ni fractales, ni nada que se le parezca, sino con las circunstancias de la vida.
Hace años que tenemos señalados en el calendario anual, diferentes días de índole comercial que han prendido muchísimo en el imaginario popular: el día de la madre, el del padre, el del abuelo, el del niño. No se agotan con estos ejemplos, simplemente, menciono a los más “cotizados”.
Este domingo 15 de agosto se conmemora el día del niño. Cabe preguntarse si “el día del niño” no debería ser siempre, y también hay que cuestionarse si todos los niños lo celebran, y reciben regalos por el simple hecho de ser niños. Todos sabemos que no es así. Algunos privilegiados reciben obsequios, otros, en cambio, están condenados a la mendicidad pidiendo una monedita en los semáforos, pasando frío, comiendo poco y mal y sin ninguna protección.
Hay que tener en cuenta que todos los niños,- y cuando digo todos, me refiero a la población infantil del país – tienen derecho, como está establecido, al juego, a la libertad, a una familia, a la protección adulta, a una adecuada alimentación, a disfrutar de una cultura, a un nombre a una nacionalidad, y a vivir en armonía. No se agotan los derechos en esta nómina, pero sí creo que son los más importantes.
¿Por qué anoté en primer lugar “el derecho al juego”? Porque el primer derecho que debe tener un niño es precisamente a eso, a “ser niño” y lo lúdico es una parte esencial de la infancia. Un niño feliz juega. Un niño sometido por sus padres a estar colgado o a caminar, con riesgo de vida, entre medio de los autos para llamar la atención y, de esa manera, obtener una moneda, no juega. Es un lamentable instrumento para conmover y provocar la conmiseración. Sin embargo, he observado que, muchas veces, el espectáculo reiterado de los niños pidiendo en las calles, no produce más que desagrado y molestia. La deshumanización es brutal.
¿Habrá alguna fórmula para cambiar este “mundo del revés”? Porque nada que hagamos si no está amparado por un sentimiento de solidaridad, será efectivo para mejorar la convivencia humana.
Hace años que tenemos señalados en el calendario anual, diferentes días de índole comercial que han prendido muchísimo en el imaginario popular: el día de la madre, el del padre, el del abuelo, el del niño. No se agotan con estos ejemplos, simplemente, menciono a los más “cotizados”.
Este domingo 15 de agosto se conmemora el día del niño. Cabe preguntarse si “el día del niño” no debería ser siempre, y también hay que cuestionarse si todos los niños lo celebran, y reciben regalos por el simple hecho de ser niños. Todos sabemos que no es así. Algunos privilegiados reciben obsequios, otros, en cambio, están condenados a la mendicidad pidiendo una monedita en los semáforos, pasando frío, comiendo poco y mal y sin ninguna protección.
Hay que tener en cuenta que todos los niños,- y cuando digo todos, me refiero a la población infantil del país – tienen derecho, como está establecido, al juego, a la libertad, a una familia, a la protección adulta, a una adecuada alimentación, a disfrutar de una cultura, a un nombre a una nacionalidad, y a vivir en armonía. No se agotan los derechos en esta nómina, pero sí creo que son los más importantes.
¿Por qué anoté en primer lugar “el derecho al juego”? Porque el primer derecho que debe tener un niño es precisamente a eso, a “ser niño” y lo lúdico es una parte esencial de la infancia. Un niño feliz juega. Un niño sometido por sus padres a estar colgado o a caminar, con riesgo de vida, entre medio de los autos para llamar la atención y, de esa manera, obtener una moneda, no juega. Es un lamentable instrumento para conmover y provocar la conmiseración. Sin embargo, he observado que, muchas veces, el espectáculo reiterado de los niños pidiendo en las calles, no produce más que desagrado y molestia. La deshumanización es brutal.
¿Habrá alguna fórmula para cambiar este “mundo del revés”? Porque nada que hagamos si no está amparado por un sentimiento de solidaridad, será efectivo para mejorar la convivencia humana.
jueves, 12 de agosto de 2010
Otras menudencias a considerar.
No sólo es comunicación, ni estudios, ni siquiera es sólo la sociedad del conocimiento que siempre, aunque la palabra suene irracional, atrás hay dinero. Que nosotros no fuímos concebidos para hacer sólo dinero dicen por ahí. Que negocios son negocios dicen en inglés.
Bueno y a esta altura quién no sabe que Internet deja millones.
Les dejo algo singular, muy bueno, que pueden comenzar a pensar si quieren hacer algún dinerillo extra.
Clic aquí:
http://www.enplenitud.com/negocios/paginaexitosa.asp
Bueno y a esta altura quién no sabe que Internet deja millones.
Les dejo algo singular, muy bueno, que pueden comenzar a pensar si quieren hacer algún dinerillo extra.
Clic aquí:
http://www.enplenitud.com/negocios/paginaexitosa.asp
Evaluación a distancia
La entrada anterior de María Luisa, me permitió reflexionar sobre el tema educación y nuevas tecnologías. Es indudable que los cambios son muchos y siguen produciéndose obligándonos, a los docentes, a realizar nuevos y constantes aprendizajes.
La creación de redes vinculares permiten alcanzar la metacognición, tema ya desarrollado en “La comunicación y educación a distancia”. Para continuar sobre esas reflexiones, la pregunta es ¿Cómo podemos evaluar la metacognición? Si el objetivo es reflexionar sobre los propios procesos de aprendizaje cuando se trata de educación a distancia, la primera cuestión a considerar es acerca de los recursos a usar. Éstos deben también estar mediatizados por la tecnología. Los instrumentos se apoyarán en el uso de foros, chats, entradas al campus, intercambio con pares, todo ello para requerir trabajos de ensayo o desempeños grupales e individuales, el uso de pruebas objetivas y la constante autoevaluación
Todo el proceso educativo puede ser evaluado a través de las NTIC, haciendo la salvedad que deben ser un medio y no un fin en sí misma, ya que deben estar al servicio de la resolución de problemas, en este caso, de la calidad de los aprendizajes en la educación a distancia.
Etiquetas:
aprendizaje,
colaboración,
evaluación a distancia,
internet,
Lectura de imágenes
miércoles, 11 de agosto de 2010
La comunicación y educación a distancia.
¿ Vivimos otra Era? ¿ La educación va acompañando el proceso de las nuevas comunicaciones? ¿ Cambiará el ritmo lento esta vieja estructura educativa y qué ocurrirá con docentes y alumnos? ¿ Habrá una nueva teoría sobre el conocimiento y sobre la pedagogía?
Sin dudas son preguntas, me faltan muchas, que se elaboran a diario con el transcurrir frenético de la robótica y de la física cuántica y de las computadoras cada día un poco más pequeñas y veloces. En la medida en que ya no nos asombran las nuevas formas y todo adquiere un nuevo entorno, parece que la educación amerita más y más una reforma o una verdadera revolución desde sus bases.
Eso quizás desestabilice y enlentezca los cambios porque si eso ocurre, el concepto de pedagogía y de educador deberán ponerse en el tapete. No sé si hay muchos que lo deseen.
La educación que ha sido y es, la llave por la cual pudimos abrir muchas puertas también ha gozado del despotismo y la soberbia de los educadores ( no todos, hablo de la esencia) del que sabe y del que no, del que gobierna con su conocimiento y deja de lado al que no lo posee, en cierta forma muchas veces la educación ha sido tan despótica como la medicina.
La medicina guarda en sí el código secreto de la cura y maneja el dolor a su favor, muchas veces se adueña de las decisiones de los pacientes sin su consentimiento o mienten sin vergüenza para experimentar. Gracias a ella los laboratorios son empresas con incontables ganancias y los experimentos no pagan los impuestos debidos. Hacerle juicio a un médico es casi tan difícil como viajar a la luna, en este país.
No tengo idea si se puede enjuiciar a un profesor, no sé tando de derecho penal o civil o el que sea: pero no he oído de ello. ¿ Quién no recuerda un caso de " mala praxis" en el sistema educativo? Y se pierden estudiantes confiados, y se pierde tiempo y se pierde conocimiento pero, no sé si eso es enjuiciable. Debería serlo.
Bueno, para no irme por las ramas: tal vez esto de las nuevas formas de comunicación, las Aulas virtuales y los espacios para abrir conocimientos colaborativos, pongan en real tela de juicio el viejo dogma de la Educación y por eso, demoramos tanto en aceptar las nuevas realidades.
Es mi modesta opinión.
lunes, 9 de agosto de 2010
Fractales, Caos e Internet
Si observamos atentamente la naturaleza podremos comprobar que no es regular. No es común encontrar círculos perfectos o líneas rectas, sino más bien una especie de caótica irregularidad. Sin embargo, desde los más antiguos estudios de la humanidad se puede comprobar que el ser humano crea formas regulares para los objetos de su vida cotidiana: platos y ruedas circulares, edificios y cajas como prismas rectangulares, balones esféricos, azulejos cuadrangulares. Todas estas formas aplican la geometría euclediana, que no se adecua a la realidad de la naturaleza como sí lo hace la geometría fractal. Podremos escuchar sobre esto en el siguiente video:
Pero, antes de entrar de lleno a hablar de la geometría fractal, se nos hace necesario saber qué es un fractal. El diccionario de la Real Academia, dice: (Del fr. fractal, voz inventada por el matemático francés B. Mandelbrot en 1975, y éste del lat. fractus, quebrado). 1. m. Fís. y Mat. Figura plana o espacial, compuesta de infinitos elementos, que tiene la propiedad de que su aspecto y distribución estadística no cambian cualquiera que sea la escala con que se observe. U. t. c. adj.
Otros diccionarios completan esa definición: adj. MAT. Se dice de los objetos cuya creación depende de reglas de irregularidad o de fragmentación y del proceso matemático que los estudia: [También m. para describir fenómenos complejos que no son explicables por métodos tradicionales pueden emplearse metodologías fractales.}
¿El hombre es un fractal?
Aplicaciones de los fractales
La importancia de los fractales supera las meras curiosidades matemáticas, ya que son herramientas de gran potencia para el estudio de fenómenos complejos. Se los aplica ya en numerosas áreas, tales como: Robótica en la creación de robots fractales; Infografía (paisajes fractales y otros objetos); Biología ( Genoma humano,crecimiento de tejidos, organización celular, evolución de poblaciones, predadores y presas); Matemáticas (convergencia de métodos numéricos); Física (transiciones de fase en magnetismo); Química (agregación por difusión limitada); Geología (análisis de patrones sísmicos, fenómenos de erosión, modelos de formaciones geológicas); Economía (análisis de mercado y bursátiles).
En las artes: Música (composición armónica y rítmica de una melodía); Literatura y poesía (en este aspecto vale la pena investigar sobre el caso del científico-poeta chileno-alemán Mario Markus); Artes gráficas: aquí les propongo dos programas informáticos: Apophysis y Ultra fractal.
Escuchemos a Mandelbrot hablar sobre el arte y los fractales:
A continuación una muestra de paisajes y melodías fractales:
The Police, los fractales y el caos.
También Internet tiene estructura fractal. Hasta hay un proyecto internacional que trabaja en la creación de un mapa de Internet: el Internet mapping Project.
Para cerrar el tema les dejo algunos programas que permiten crear fractales de una increíble belleza: Fracint, Fractal eXtreme, XaoS.Dreamer y Medusa.
En síntesis, un fractal es la forma idónea de ver lo infinito con el ojo de la mente, ya que ésta no puede visualizar la infinita complejidad que reina en él.
Si el tema los ha atrapado como a mí, tal vez quieran leer la entrevista a Mandelbrot en:
http://www.eduardpunset.es/425/charlas-con/no-todo-es-liso-en-la-vida
viernes, 6 de agosto de 2010
El trabajo colaborativo: otro recurso en educación a distancia.
Definición por Wikipedia:
El trabajo colaborativo se define como procesos intencionales de un grupo para alcanzar objetivos específicos, más herramientas diseñadas para dar soporte y facilitar el trabajo.
En el marco de una organización, el trabajo en grupo con soporte tecnológico se presenta como un conjunto de estrategias tendientes a maximizar los resultados y minimizar la pérdida de tiempo e información en beneficio de los objetivos organizacionales.
El mayor desafío es lograr la motivación y participación activa del recurso humano. Además deben tenerse en cuenta los aspectos tecnológico, económico y las políticas de la organización. Trabajo colaborativo o groupware son palabras para designar el entorno en el cual todos los participantes del proyecto trabajan, colaboran y se ayudan para la realización del proyecto.
Me aferro a esto último pensando en el rol del tutor a distancia para justamente, mantener motivado a un alumno que conoce sólo a través de la computadora y con el que debe extender lazos como para que al aparecer el trabajo, fuera de un horario fijo y regulado, éste responda a la tarea. A la hora de evaluar cursos a distancia en la nueva modalidad, muchos alumnos destacan el trabajo colaborativo como la mejor parte. No sólo porque les permite conocerse, expresar sus diferentes o singulares particularidades sino porque de la integración de conceptos nace una real formación de nuevos conocimientos.
No siempre los grupos humanos de colaboración funcionan así: los equipos de trabajo en modalidad áulica llevan muchos años de experiencia. Pero a la hora de evaluar los mismos se sienten casi siempre las mismas quejas: no todos trabajan, algunos lideran los grupos y no dejan participar, otros simplemente se recuestan en los pares y se dejan llevar. No obstante los grupos de trabajo también han arrojado resultados positivos y uno de ellos es, justamente, que los menos hábiles pueden destacar o los más expresivos deben moderar sus inquietudes.
En los grupos humanos la modalidad grupal de trabajo sin dudas lleva más de miles de años. Sin embargo la nominación trabajo colaborativo que nace en uso de la educación a distancia o e- learning, tiene sin dudas particularidades obvias que las ofrecen las nuevas tecnologías.
Nuevas tecnologías que nos acercan tanto que es posible tener un compañero virtual que reside a miles de kilómetros de distancia, sin embargo puede ser nuestro mejor amigo de trabajo. Nos permite remitir en el día o en forma sincrónica, chat de por medio, horas de debate y conversación sobre el tema programado.
Sin dudas hay que escuchar las voces jóvenes a la hora de expresar que la modalidad ofrece un sinnúmero de facultades y propiedades benéficas.
jueves, 5 de agosto de 2010
martes, 3 de agosto de 2010
Y llegó agosto
Hoy, después de tantos viajes al futuro, dedicaré algunas palabras al pasado, después de todo de allí venimos y gracias a él estamos… bueno, donde estamos(verdad de Perogrullo).
Y llegó agosto y agosto es Augusto, es decir Cayo Julio César Octavio Augusto emperador romano en cuyo honor, se cambió el antiguo nombre de sextilis, al sexto mes del antiguo calendario romano. En “honor” a la verdad, el propio Octavio Augusto decidió-- de manera “ dedocrática” y con gran humildad, que ya demuestra en su nombre--, dar el propio al mes del nuevo calendario o calendario Juliano. Pero no sólo aquí aparece su falta de humildad. Resulta ser que ya había cambiado el nombre del mes anterior, que como imaginarán se llamaba quintilis, por su ubicación, y lo rebautizó julio, en honor de su abuelo adoptivo Julio César y que tenía 31 días como en la actualidad, de manera que para no ser menos y satisfacer su orgullo y vanidad, (que tenía tanta como títulos) también quiso que “su mes” tuviera 31 días y no 30 como hasta entonces; para lograrlo quitó uno al mes de febrero. De esta manera llega el mal llamado calendario Gregoriano hasta nuestros días, pero la historia del calendario actual tiene unos bien interesantes vericuetos.
Brevemente les comento que los nombres de los meses que utilizamos actualmente tienen origen lunar. Esta es la causa por la cual su duración es de entre 28 y 31 días, tiempo promedio aproximado que tarda la luna entre dos Lunas llenas (29,5 días)
Según la leyenda, el primer calendario de los romanos fue inventado por Rómulo, uno de los fundadores de Roma, alrededor del año 753 a C. Sólo tenía 10 meses de entre 30 y 31 días; comenzaba alrededor del 21 de marzo y terminaba en diciembre. Tenía 304 días con alrededor de 61 que no caían dentro del calendario. Numa Pompilius, segundo de los siete reyes de Roma introdujo la primera reforma, redujo los meses de 30 días a 29 y agregó enero y febrero al final del calendario, el último con sólo 28 días. Pero, aún sobraban 10 días del calendario solar, de manera que cada dos años agregaban, después del 23 de febrero, un mes extra de 22 o 23 días al que llamaban Mercedinus.
Esto creaba una gran confusión, lo que llevó a Julio César a asesorarse con el astrónomo egipcio Sosígenes, así en el año 46 a C. cambió el inicio del calendario de marzo a enero e instauró el año de 365, 25 días, dividido en los doce actuales meses. En esos tiempos los romanos contaban los años a partir de la fecha de la fundación de Roma, así el cónsul y dictador de Roma, Julio César, dispuso que su calendario comenzaría a regir el 1 de Enero del año 709 Ab Urbe Condita (AOC), que hoy contamos como 45 a C.
Pero como el año tiene en realidad 365,2422 días (tiempo de rotación de la Tierra alrededor del Sol) y no 365,25 como los calculó Sosígenes, el Papa Gregorio XIII, asesorado entre otros por Copérnico, afinó el Calendario Juliano eliminando los días que sobraban junto a los años bisietos centenarios, los terminados en 00, a menos que sean divisibles por 400 (como el 2000, que sí fue bisiesto). El objetivo del cambio, fue que la Iglesia Católica requería "ajustar el calendario para que la celebración de la Pascua de Resurrección ocurriera en la fecha fijada por el Primer Concilio de Nicea, 325 a.C.
Equivocadamente se llama al calendario actual como Calendario Gregoriano, la verdad es que con ello se comete una grave injusticia al verdadero creador de nuestro calendario: Julio César. Lo realizado en tiempos del Papa Gregorio XIII fue una reforma al calendario juliano, que en esencia se mantuvo en su forma original.
Más datos:
Y llegó agosto y agosto es Augusto, es decir Cayo Julio César Octavio Augusto emperador romano en cuyo honor, se cambió el antiguo nombre de sextilis, al sexto mes del antiguo calendario romano. En “honor” a la verdad, el propio Octavio Augusto decidió-- de manera “ dedocrática” y con gran humildad, que ya demuestra en su nombre--, dar el propio al mes del nuevo calendario o calendario Juliano. Pero no sólo aquí aparece su falta de humildad. Resulta ser que ya había cambiado el nombre del mes anterior, que como imaginarán se llamaba quintilis, por su ubicación, y lo rebautizó julio, en honor de su abuelo adoptivo Julio César y que tenía 31 días como en la actualidad, de manera que para no ser menos y satisfacer su orgullo y vanidad, (que tenía tanta como títulos) también quiso que “su mes” tuviera 31 días y no 30 como hasta entonces; para lograrlo quitó uno al mes de febrero. De esta manera llega el mal llamado calendario Gregoriano hasta nuestros días, pero la historia del calendario actual tiene unos bien interesantes vericuetos.
Brevemente les comento que los nombres de los meses que utilizamos actualmente tienen origen lunar. Esta es la causa por la cual su duración es de entre 28 y 31 días, tiempo promedio aproximado que tarda la luna entre dos Lunas llenas (29,5 días)
Según la leyenda, el primer calendario de los romanos fue inventado por Rómulo, uno de los fundadores de Roma, alrededor del año 753 a C. Sólo tenía 10 meses de entre 30 y 31 días; comenzaba alrededor del 21 de marzo y terminaba en diciembre. Tenía 304 días con alrededor de 61 que no caían dentro del calendario. Numa Pompilius, segundo de los siete reyes de Roma introdujo la primera reforma, redujo los meses de 30 días a 29 y agregó enero y febrero al final del calendario, el último con sólo 28 días. Pero, aún sobraban 10 días del calendario solar, de manera que cada dos años agregaban, después del 23 de febrero, un mes extra de 22 o 23 días al que llamaban Mercedinus.
Esto creaba una gran confusión, lo que llevó a Julio César a asesorarse con el astrónomo egipcio Sosígenes, así en el año 46 a C. cambió el inicio del calendario de marzo a enero e instauró el año de 365, 25 días, dividido en los doce actuales meses. En esos tiempos los romanos contaban los años a partir de la fecha de la fundación de Roma, así el cónsul y dictador de Roma, Julio César, dispuso que su calendario comenzaría a regir el 1 de Enero del año 709 Ab Urbe Condita (AOC), que hoy contamos como 45 a C.
Pero como el año tiene en realidad 365,2422 días (tiempo de rotación de la Tierra alrededor del Sol) y no 365,25 como los calculó Sosígenes, el Papa Gregorio XIII, asesorado entre otros por Copérnico, afinó el Calendario Juliano eliminando los días que sobraban junto a los años bisietos centenarios, los terminados en 00, a menos que sean divisibles por 400 (como el 2000, que sí fue bisiesto). El objetivo del cambio, fue que la Iglesia Católica requería "ajustar el calendario para que la celebración de la Pascua de Resurrección ocurriera en la fecha fijada por el Primer Concilio de Nicea, 325 a.C.
Equivocadamente se llama al calendario actual como Calendario Gregoriano, la verdad es que con ello se comete una grave injusticia al verdadero creador de nuestro calendario: Julio César. Lo realizado en tiempos del Papa Gregorio XIII fue una reforma al calendario juliano, que en esencia se mantuvo en su forma original.
Más datos:
lunes, 2 de agosto de 2010
domingo, 1 de agosto de 2010
Con libros, nómades y sueños a cuestas.
Este blog nació de un grupo de personas que intentaba acercarse a Internet vislumbrando un poco, nada más, sus alcances. Han pasado apenas tres años y este sitio amenaza con irse disparando a un mundo ficcional que es presente.
Las tres tigresas, tres, que ahora andamos volcando en el blog los desvelos propios, nos encontramos leyendo, investigando y divulgando lo que tanto nos lleva a descubrir en este cyber espacio circundante del cual, estamos maravilladas, atrapadas y sorprendidas.
Una cosa es cierta: no hay marcha atrás. Otra cosa también es cierta: resulta difícil vaticinar el futuro por eso, en cuanto al libro que no se puede llevar a la bañera, del último artículo publicado, me temo que no puedo decir por cuánto tiempo más.
Hay una noble página Web de José Millán, muy conocida en la Red, sobre la sociedad del conocimiento que dice por ejemplo que lo bueno de esta época es que por primera vez desde la invención del teléfono, ganaron los mensajes escritos a los hablados. Eso fue hace cinco años cuando se enviaban unos cinco millones de mensajes por minuto. Y había en la Red unos dos billones de Web colocadas, no quiero mentirles no he investigado más sobre el tema pero creo que en cinco años se debe de haber duplicado o triplicado sin problemas esas cantidades. Y en ese momento Millán ni siquiera sospechaba la aparición de esta Web 2.0 que cambia esencialmente el concepto de sitio Web.
Y tampoco consideraba las Redes sociales. Del viejo y querido chat escrito pasamos a los chat con cámara y sonido, ahora pasamos a las Redes sociales que pelean por más socios potenciales. La vida de mucha gente queda expuesta en los muros de las Redes y también, hay buen nivel de marketing y por suerte, se han creado también en ellas sitios de estudio.
Redondeo esto diciendo que realmente adelantarse a decir que ocurrirá en dos años es casi mentirse: no se sabe, o los que lo saben tienen ya muy visto qué sucederá. El avance será inevitable, fantasmagórico y derrapante. Perdonen ustedes el uso de calificativos pero me quedo corta.
En alguna otra entrada voy a contarles como se pueden vivir ya una segunda vida. Bueno, eso tampoco es nuevo en este mundo, hay gente que lo ha sabido hacer siempre, ejemplos de ellos tiene la literatura, y la ficción siempre queda corta frente a la realidad. Es cierto que hubo personajes de nuestro mundo que pudieron con más de una personalidad y también es cierto que tanto en los chat como en las Redes sociales hay quienes adoptan varias personalidades autorizados por el anonimato que estos sitios protegen.
Pero existe un sitio especial para jugar a tener una segunda vida. El sitio llamado Second Life, en español, no está vigente si ustedes no vuelcan una buena suma en euros, empecemos por ahí, pueden lograr bajar el juego gratis pero, no pasaran de una pasarella mirando lo que sucede. El verdadero sitio es donde ustedes se transformarán en lo que quieran, creando su propio avatar, con el cuerpo, la cara y la mente que pretendan. Entraran en el mundo virtual en una visión 3D, como antes entraron al chat y tendrán que vivir.
Les cuento que ganarán sueldo, comerán, vivirán, tendrán familia, mascotas, amores, dolores y pesares...el tema será que también irán gastando el sueldo y por supuesto, si no reponen...estarána fuera de juego. El sueldo acumula horas de juego, es decir si ustedes ganan bien, o colocan un restaurante y factura buen dinero y no lo gastan, eso les da más horas de juego. Ahora si ustedes ganan como en la vida real y quieren mantener una mansión, la cosa será que tendrán que desembolsillar dinero de verdad para seguir en carrera.
Muchos millones de personas juegan a Second Life: más de siete millones de personas entran en una hora. Muchos se han conocido de esta manera y se han enamorado en forma de avatares y luego en la vida real (¿ cuál será la vida real?), pero lo más interesante de esto, al menos para mí, es que existe una verdadera industria de programas para hacer ropas, zapatos, implementos, casas, etc. para este juego.
Usted puede ganar muchos dólares o euros, diseñando ropa para los avatares. ¿ Qué pensaba Millán de esa profesión?
Nada, no se soñaba ni se suponía que con una computadora usted o yo íbamos a vivir una segunda vida real de ficción de la cual, tal vez, nos cueste mucho separarnos.
Para cerrar el artículo les digo que ya los sociólogos y psicólogos están estudiando a los adictos de estos juegos para solucionar con sus formas de actuar en ese espacio, los problemas de este mundo. O sea: se plantea en el mundo de avatares situaciones que en la vida cotidiana también se dan, y hay un conjunto de especialistas que están sacando jugosos apuntes de las soluciones que cada uno encuentra para aplicarlas aquí, en este mundo real.
¿ Inteligencia colectiva? ¿ Quién enseña a quién? ¿ Dónde muere la realidad y comienza la ficción?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)