Este asunto del blog nació del curso Internet y Lectura a fuerza de los pedido de Inés Rivero, tutora, y nos prendimos algunas...así que, calurosamente le doy la bienvenida a una de mis compañeras de ruta, Alba de Minas, alias la minuana.
Y como ella dice, la historia es una serie de pequeñas historias de lo que queremos decir y de lo que queremos que el otro entienda, hay infinitas formas de comunicación dando vuelta tras nuestros pasos, nuestros más antiguos abuelos allá en la lejana Africa, contintente que contiene, valga la redundancia, aquellos remotos seres que nos dieron nacimiento a esta forma humana de hoy, y ahí seguramente con chasquidos y sonidos aprendimos el primer símbolo. Las cuevas en cambio, contienen el primer signo de escritura, había pasado mucho tiempo, y ya era necesario dejar el recuerdo. Ahí nace esto de querer perdurar contando, o contando para perdurar que quizás es lo mismo o no.
Dice Eduardo Galeano en su último libro Espejos, cómo es que esos brutos que se medían con aquellas fieras pudieron con esos trazos finos que forman parte de nuestra primer escritura sobre la piedra,,,y al final se pregunta: serían ellos o ellas?. Si es cierto lo que supone este autor sería también la historia de la primera negación de la mujer en el camino intelectual que sucesivamente se ha tratado de borrar o quemar.
Pero como eso es harina de otro costal, aunque la verdad que no, invito a mi compañera de ruta a investigar o contar sobre nuestros desvelos comunicativos y nuestro sexo...porque como siempre dicen que somos nosotras las que intentamos saber y contar todo...es un lindo tema.
El Concierto de Aranjuez, lo puse para que lo disfruten porque de verdad, la música puede conmover al más tirano y al más débil, tiene la particularidad de tener un lenguaje universal que no necesita mayores presentaciones y, qué les parece si comunica, claro que sí.
Bienvenida la música y a ti, Alba, el más caluroso afecto en tu regreso.
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