sábado, 7 de marzo de 2009

Christine de Pisan o De Pizan, una vanguardista... del siglo XIV

El común de la gente asocia "feminismo", "lucha por la equidad de género" o expresiones similares con los siglos XX y XXI, muy pocos están al tanto de la batalla casi desconocida, en épocas más lejanas, de tantas mujeres que sin dejarse doblegar por las usanzas y creencias vulgares levantaron sus banderas de lucha en un mundo hostil que las ignoró, las hizo objeto de escarnio, las persiguió y muchas veces las condenó a la hoguera; "el que tenga oídos para oír que oiga, el que tenga entendimiento para entender, que entienda"

Vaya nuestro homenaje a esas mujeres recordando una de las pioneras, la humanista Christine de Pisan o De Pizan nacida en Venecia en 1364. Poeta y prosista, su obra que comienza siendo un lamento por el amor perdido al quedar viuda a los 25 años, alcanza una popularidad que le permitie el sustento de su familia. De la tristeza y el lamento su prosa se transforma, se renueva y se torna transgresora; para aquellos tiempos, el sólo concebir la existencia de otro ser pensante y racional que no llevase pantalones implicaba una ruptura absoluta con los códigos éticos, sociales y aún religiosos (sin ánimo de levantar polvareda sería muy interesante abrir una línea de investigación sobre el papel del cristianismo, por ejemplo, en la conformación de las sociedades patriarcales...)

Sus obras en prosa defendiendo a las mujeres incluyen, entre otras, "Epístola al dios del amor", escrita para oponerse a las actitudes cortesanas con respecto al amor, "La ciudad de las damas"", relata acciones de mujeres heroicas, "La visión de Christine"", "Canción en honor de Juana de Arco"

Pero para hacerle homenaje no basta recordar su biografía o los títulos de sus obras, el verdadero homenaje está en conocer y difundir su pensamiento, "los que sepan leer que lean...", cuánta profundidad hay en las palabras de este fragmento que rescato de "La ciudad de las damas":

"Si fuera costumbre mandar a las niñas a la escuelas e hiciéranles luego aprender las ciencias, cual se hace con los niños, ellas aprenderían a la perfección y entenderían las sutilezas de todas las artes y ciencias por igual que ellos... pues... aunque en tanto que mujeres tienen un cuerpo más delicado que los hombres, más débil y menos hábil para hacer algunas cosas, tanto más agudo y libre tienen el entendimiento cuando lo aplican.
Ha llegado el momento de que las severas leyes de los hombres dejen de impedirles a las mujeres el estudio de las ciencias y otras disciplinas. Me parece que aquellas de nosotras que puedan valerse de esta libertad, codiciada durante tanto tiempo, deben estudiar para demostrarles a los hombres lo equivocados que estaban al privarnos de este honor y beneficio. Y si alguna mujer aprende tanto como para escribir sus pensamientos, que lo haga y que no desprecie el honor sino más bien que lo exhiba, en vez de exhibir ropas finas, collares o anillos. Estas joyas son nuestras porque las usamos, pero el honor de la educación es completamente nuestro. "

(Fuente:http://www.epdlp.com/escritor.php?id=3001)

Sólo agregaré que estas palabras de Christine bien podrían ser pronunciadas hoy en cualquier tribuna y sin duda, serían aplaudida por su profunda vigencia!!
Alda

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Enrique Medina