miércoles, 4 de marzo de 2009

"Liberté, Egalité, Fraternité", ¿cuestión de género?

Desde que el triple lema de la Revolución Francesa, recogiendo la esencia de movimientos e ideologías precedentes, conmoviera las instituciones del Antiguo Régimen y se proyectara como el motor de las revoluciones liberales que conmovieron al Viejo y al Nuevo Mundo proclamando que todos los hombres debían gozar de igualdad jurídica, libertades y derechos políticos en una sociedad marcada por las diferencias extremas, los privilegios, la ausencia de libertades y signada por el absolutismo monárquico, la mitad de los pobladores del planeta comenzó un lento pero progresivo andar hacia la conquista de "Liberté, Egalité, Fraternité"...
La mitad de la población del planeta se agitó con estas reivindicaciones y, paulatinamente, fue conquistándolas... ¿qué pasó con el resto de los habitantes de este mundo?. Simplemente que eran mujeres... Y la gran mayoría de aquellos que se decían liberales y actuaban al influjo de las Nuevas Ideas llevaban en sí el mismo germen del absolutismo de los monarcas y nobles de la época pues sólo reclamaban libertades y derechos para su género desconociendo que el género humano es uno y único...
Una de las contadas voces que se alzaron en aquella época contra la intransigencia de aquellos pretendidos "liberales" fue la del político, matemático y filósofo francés Jean Antoine Condorcet quien abogó por corregir las incongruencias de una revolución que no le hacía honor a su esencia, defendió los derechos de la mujer (también los de los perseguidos girondinos moderados durante la Época del Terror lo que a la postre le costará la vida) pues él comparaba el estado de los derechos de las mujeres de su época con el de los esclavos.Su obra más trascendente "Bosquejo de un cuadro histórico de los progresos del espíritu humano", escrita en el exilio a fines del siglo XVIII reclamó el reconocimiento de los derechos de esa otra mitad del género humano.


Les transcribo citas textuales de Condorcet sobre el tema así como la fuente bibliográfica:



"El hábito puede llegar a familiarizar a los hombres con la violación de sus derechos naturales, hasta el extremo de que no se encontrará a nadie de entre los que los han perdido que piense siquiera en reclamarlo, ni crea haber sido objeto de una injusticia.
(...) Por ejemplo, ¿no han violado todos ellos el principio de la igualdad de derechos al privar, con tanta irreflexión a la mitad del género humano del de concurrir a la formación de las leyes, es decir, excluyendo a las mujeres del derecho de ciudadanía? ¿Puede existir una prueba más evidente del poder que crea el hábito incluso cerca de los hombres eruditos, que el de ver invocar el principio de la igualdad de derechos (...) y de olvidarlo con respecto a doce millones de mujeres?"
Condorcet
"Essai sur l’admission des femmes au droit de cité", 1790
en PAULE-MARIE DUHET
Las Mujeres y la Revolución
Barcelona, 1974 Ed. Península



"El hábito puede llegar a familiarizar a los hombres con la violación de sus derechos naturales, hasta el extremo de que no se encontrará a nadie de entre los que los han perdido que piense siquiera en reclamarlo, ni crea haber sido objeto de una injusticia.
(...) Por ejemplo, ¿no han violado todos ellos el principio de la igualdad de derechos al privar, con tanta irreflexión a la mitad del género humano del de concurrir a la formación de las leyes, es decir, excluyendo a las mujeres del derecho de ciudadanía? ¿Puede existir una prueba más evidente del poder que crea el hábito incluso cerca de los hombres eruditos, que el de ver invocar el principio de la igualdad de derechos (...) y de olvidarlo con respecto a doce millones de mujeres?"
Condorcet
"Essai sur l’admission des femmes au droit de cité", 1790
en PAULE-MARIE DUHET
Las Mujeres y la Revolución
Barcelona, 1974 Ed. Península




Una gran luchadora en esa época convulsionada que abogó por los derechos de la mujer y fue guillotinada a causa de su lucha fue Olimpia de Gouges quien publicara en aquellos lejanos tiempos de 1791 la "Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana" de la que transcribo un fragmento textual de la fuente consultada:




(...) "Las madres, las hijas y las hermanas, representantes de la nación, piden ser constituidas en Asamblea Nacional. Considerando que la ignorancia, el olvido o el desprecio de los derechos de la mujer son las únicas causas de las desgracias públicas y de la corrupción de los gobiernos, han resuelto exponer en una solemne declaración los derechos naturales, inalienables y sagrados de la mujer (...)"


Como antecedente próximo a la causa de Olimpia se lleva las palmas la española Josefa Amar quien elevó su voz buscando casi inútilmente que décadas antes de la Revolución Francesa se pensara en la instrucción apropiada para las mujeres, atisbando incluso la posibilidad de ... ¡la educación física y moral!!! Su pensamiento se concretó en dos libros "Importancia de la instrucción que conviene dar a las mujeres" y "El Discurso sobre la educación física y moral de las mujeres"







Queridos visitantes, tengo material en proceso que deseo compartir con ustedes en próximas entregas, si desean visitar una de las fuentes de este trabajo visiten: http://www.aldeaeducativa.com/especiales/Default.asp?Which=5.
Nos "vemos" muy pronto con un tema cuya vigencia tiene más años de los que realmente pensábamos...

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Enrique Medina