Este blog agrupa a personas que han descubierto que la comunicación no es necesariamente oral y/escrita, y han decidido utilizar este espacio para dar rienda suelta a su imaginación
sábado, 12 de junio de 2010
Sobre el juego.
Mi compañera de blog tocó un punto sobre el que no se puede agregar demasiado. El libro de Galeano que menciona es vital en su lectura y su interpretación de este deporte que hoy, moviliza al mundo a través de la TV...aunque los privilegiados de siempre, no hablo de los jugadores, puedan estar en vivo mirando este juego, pasión de multitudes como se le ha dicho.
El tema va por el juego. Saliendo un poco de la movilización de este deporte tan popular, me voy moviendo para la terminología del jugar. Verbo que sin dudas utilizan las especies animales. Y la nuestra no es excepción.
Jugamos porque necesitamos crecer, jugamos para imitar, jugamos para disfrutar.
En el camino del crecimiento se va perdiendo el juego y el disfrute. Las personas serias juegan menos,disfrutan menos de este verbo que debería de ser, sin dudas, uno de los esenciales.
En el campo deportivo, ya no sólo en el fútbol, el juego se ha visto manejado por grandes empresas que han hecho del mero deporte una industria productiva de dinero. Y como siempre caigo en la cuenta que: cuando se mueve mucho dinero comienzo a sospechar que se perdió la esencia.
Pero en este deporte en especial, no porque sea tan especial sino porque en nuestros países se practican desde que los niños son pequeños, se le ha quitado todo lo disfrutable. Y no hablo de los desmanes que se arman después de los partidos o durante ellos, que ya es necesario un estudio sociológico al respecto, sino que quiero hablar del disfrute que se les quita a los niños. Conocido es que muchos padres van a ver a sus hijos y gritan cosas como: matálo...pegale...o similares reseñas sobre cómo deben de hacer para liquidar al rival.
No van a ver los niños divertirse, no se estima que el juego para un niño de 5 a 12 años pueda ser divertido, no señor, tienen que ganar y si la habilidad no alcanza, la violencia impera y el padre o madre, se lo gritan sin vergüenza a su hijo.
Entonces, estamos hablando de juego. Y era diversión, era crecimiento, era parte de nuestra naturaleza para disfrutar. Pero luego no, luego es imperativo derrotar, a cualquier costo.
Tal vez entonces lo que sucede en las mentadas " barras bravas" nace mucho antes que estos jóvenes vayan a la cancha. Son conjeturas y divagaciones, ustedes comprenderán que en este blog vamos hilvanando divagues que tienen muchas aristas pero casi todas, creo yo, muy humanas.
Voy a ir dejando esto de hablar del juego porque además, no sólo en el deporte se ha desdibujado su concepto, sino en la vida misma. Es un tema muy extenso como para agotarlo de una sola vez.
Yo juego
Tu juegas...
¿ jugamos?
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