De puntitas de pie y casi en silencio hago mi entrada al blog, agradeciendo a sus creadoras este honor de compartir con ustedes algunas ideas y pensamientos que me ayuden a crecer interiormente.
Me resulta muy importante el tema acerca de la lectura de imágenes porque es indudable que en algún momento y en ciertos espacios determinados la imagen y la palabra se enredan en un sutil juego de colaboración a la hora de lograr una más amplia comprensión, ya sea de una noticia, una obra de arte, una película, la literatura o la poesía.
Desde los tiempos más lejanos las imágenes no han dejado de cumplir esa vocación de permanencia transformando el momento en eternidad. Los lienzos, los papiros, las piedras muchas de ellas llegadas a nosotros a través de la fotografía o el cine, hoy gracias a internet son su demostración.
Leer imágenes es una invitación a recuperar sentimientos, a evocar, pero también a proyectar sobre ella todo lo que constituye nuestra cosmovisión.
José Antonio Millán en “La lectura y la sociedad del conocimiento” nos permite reflexionar sobre esto al decir que “es necesario saber interpretar la contigüidad de imágenes y textos… el lenguaje de las imágenes, y de las relaciones de éstas con el texto, exige una formación independiente”. Y como todo lo que llega a la mayoría hoy es a través de las imágenes, es necesario que se le ofrezca al lector en general, niño, adolescente o adulto, las herramientas necesarias para sentirse en aguas seguras frente a este leguaje icónico, sabiendo que son como “llamadas” que se le hace a la mente para que algo nuevo, importante, representativo se inserte en la memoria. Sin olvidarnos que nos permiten ir hacia un espacio más amplio como es el campo imaginario, individual y colectivo.
Les propongo para la reflexión este afiche que también es de una película, ET, seguramente vista por todos nuestros lectores y en la que además de lo exclusivamente relacionado con el tema hay una relación con otra u otras imágenes también tan conocidas como la película ¿Es posible encontrar esa relación? ¿Cuál puede ser la intención de los publicistas?
Me resulta muy importante el tema acerca de la lectura de imágenes porque es indudable que en algún momento y en ciertos espacios determinados la imagen y la palabra se enredan en un sutil juego de colaboración a la hora de lograr una más amplia comprensión, ya sea de una noticia, una obra de arte, una película, la literatura o la poesía.
Desde los tiempos más lejanos las imágenes no han dejado de cumplir esa vocación de permanencia transformando el momento en eternidad. Los lienzos, los papiros, las piedras muchas de ellas llegadas a nosotros a través de la fotografía o el cine, hoy gracias a internet son su demostración.
Leer imágenes es una invitación a recuperar sentimientos, a evocar, pero también a proyectar sobre ella todo lo que constituye nuestra cosmovisión.
José Antonio Millán en “La lectura y la sociedad del conocimiento” nos permite reflexionar sobre esto al decir que “es necesario saber interpretar la contigüidad de imágenes y textos… el lenguaje de las imágenes, y de las relaciones de éstas con el texto, exige una formación independiente”. Y como todo lo que llega a la mayoría hoy es a través de las imágenes, es necesario que se le ofrezca al lector en general, niño, adolescente o adulto, las herramientas necesarias para sentirse en aguas seguras frente a este leguaje icónico, sabiendo que son como “llamadas” que se le hace a la mente para que algo nuevo, importante, representativo se inserte en la memoria. Sin olvidarnos que nos permiten ir hacia un espacio más amplio como es el campo imaginario, individual y colectivo.
Les propongo para la reflexión este afiche que también es de una película, ET, seguramente vista por todos nuestros lectores y en la que además de lo exclusivamente relacionado con el tema hay una relación con otra u otras imágenes también tan conocidas como la película ¿Es posible encontrar esa relación? ¿Cuál puede ser la intención de los publicistas?
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